INFORME SOBRE LA EVOLUCION DE LA NAVEGABILIDAD MARITIMA
La Tierra y el Sistema Solar están continua e inexorablemente en evolución alterando de forma continua los parámetros ambientales, climáticos y biológicos.
No obstante, la velocidad de esa evolución es relativa y extremadamente pequeña, tanto, como para que muchos incrédulos o ignorantes, no puedan o no quieran tenerla en cuenta, a pesar de que la naturaleza y el mar nos lo están demostrando cada día que pasa con dramáticos sucesos.
Pero según los trabajos de física teórica y experimental de la Fundación Cónido, empleando la teoría Unificada Física de Cuerdas CFD, la que ya es mitad teoría y mitad conocimiento por su comprobación científico experimental, ya que puede justificar cualquier fenómeno de la naturaleza conocido y teniendo en cuenta que los mares son inmensos sistemas compuestos de agua salada y vida fundamentalmente.
Y que como todos sabemos, el agua es un elemento líquido y perfectamente maleable bajo la solicitud de cualesquiera tipos de fuerzas, aunque estas sean pequeñísimas.
Resulta que los mares y océanos están sujetos y condicionados a la evolución de los fenómenos que pueden generar esas distintas fuerzas y así entre los más importantes, tenemos la gravitación, la interacción, y la energía interna de los átomos de sus componentes y fundamentalmente, los incrementos de sus valores con relación al tiempo
El clima, donde el mar es un factor importante y determinante del mismo, es en realidad un proceso termodinámico porque depende de la variación de energía interna de los átomos que lo componen y como todos sabemos, la energía que puede desarrollar un proceso termodinámico, está en función directa del incremento de esa energía interna disipada y del número de átomos del proceso y como la energía interna depende de la temperatura, esa energía estará en función directa del incremento de temperaturas durante el tiempo del proceso, de tal forma que
Ec = k ∙ f(∆T)
Estos procesos pueden expresarse en forma de huracanes, tifones y tempestades de todo tipo como tormentas y vendavales, siendo su energía proporcional como vemos al gradiente de temperatura originado y por desgracia, en aumento inexorable.
Por otra parte, el peso del agua depende de la gravedad y por tanto su movimiento y olas, dependen de la resultante de los procesos gravitacionales de la Tierra, del Sol y de la Luna y según sea ésta y su valor, las olas serán más o menos pequeñas, grandes o tremendamente grandes, así como las mismas mareas.
Y dado que esta teoría ya define que cualquier tipo de evolución de un proceso natural se rige por modelización matemática, y como el clima y el mar dependen de la evolución del funcionamiento del Sol y del Sistema Solar, incluidos la Tierra y la Luna, conocidos los modelos matemáticos de evolución de estos, podremos conocer la evolución del comportamiento del mar y sus condiciones de navegabilidad, independientemente de otros factores de menor importancia para el cambio climático global, como la polución ambiental o el mal llamado efecto invernadero, sacado de los “equivocados y rancios cajones dogmáticos de la ciencia oficial de las religiones judío-cristianas”, para tener una nueva excusa y así poder echarle la culpa como siempre al “pobre hombre pecador”, de todo lo malo que ocurre en este paraíso que nos ha tocado vivir, haber si así, se da mejor cuenta que tiene que ser “bueno, dócil y ponerse en posición sumisa”, como tenían que hacerlo en contra de su voluntad, desde Galileo hasta esos pobres y engañados seminaristas de la secta “católica apostólica y romana” de los “legionarios de cristo”, para que su jefe y fundador, pudiera disfrutar sexualmente de ellos a placer.
Y así, si el Sol está aumentado constante y continuamente el número de átomos que emiten energía y radiación, está aumentando también de forma cíclica, pulsante e inexorable durante el día, la temperatura máxima de la superficie y atmosfera de los planetas y de sus componentes, como los mares, la tierra o la misma vegetación y a la vez, está aumentando la gravitación sobre esos planetas y sus componentes.
Pero a su vez también, la Tierra y la Luna están continuamente enfriándose y disminuyendo su energía y gravitación.
Esto hace que se originen huecos en el interior de la Tierra, que cuando pierden la presión, son inundados por el agua de los océanos y de los mares, bajando su nivel, a pesar de algunos deshielos de los polos, originados por ese calentamiento diurno de superficie y atmosfera, aunque antes pueden producirse terremotos y tsunamis en localizaciones concretas.
Esto hará también, que el peso del agua disminuya, alterando las resultantes de fuerzas de las mareas y disminuya también las temperaturas nocturnas.
Luego teniendo en cuenta la evolución de todos estos procesos y fenómenos, los mares iran cambiando de acuerdo a las siguientes reglas:
PRIMERO.- Al aumentar el incremento entre las temperaturas máxima y mínima de los componentes del clima, al menos entre el día y la noche, irá aumentando la energía de los procesos climáticos de forma inexorable a lo largo del tiempo, mientras dure el Sistema Solar.
Pero si la variación sucede casi repentinamente por el efecto de las nubes, por ejemplo, que impiden la entrada continua de la energía solar, la expresión de esa energía será repentina, originándose tormentas, huracanes y olas repentinamente y cada vez más importantes energéticamente y con mayor frecuencia.
SEGUNDO.- Al aumentar la gravitación del Sol y disminuir la de la Tierra y fundamentalmente durante el día y más en el centro, que en las orillas de los mares, las olas cuando se produzcan, iran inexorablemente aumentando su altura y la frecuencia de su formación, debido también, a la mayor fuerza de los vendavales originados por el cambio climático continuo.
En cambio durante las noches, las olas tenderán a mantenerse como siempre, debido a que la gravitación de la Luna también está bajando y ésta, se está alejando.
TERCERO.- No obstante y como los pasos de un estado diurno a otro nocturno, no son repentinos, siempre aparecerán procesos climáticos en proporción a las energías internas acumuladas de los átomos de los componentes climáticos y a los gradientes disipados en cada instante de esas energías.
CONCLUSIONES NEGATIVAS
Lenta pero inexorablemente, iran aumentando y más en verano que en invierno y más al mediodía que al inicio o al final del día:
--El calor de la superficie y atmosfera de la Tierra durante el día y de los demás planetas.
--El frío de la superficie y atmosfera de la Tierra durante la noche.
--Las tempestades climáticas como tormentas, huracanes o vendavales, su energía y su frecuencia.
--La altura y la longitud de las olas, así como su fácil y frecuente aparición.
--La gravitación del Sol sobre los planetas y la Tierra y la consiguiente disminución temporal de los años.
--El alejamiento de la Luna y la disminución de su influencia en los procesos climáticos de la Tierra.
Atravesar y navegar los océanos en un futuro próximo, por tanto, ya no será tan fácil y requerirá embarcaciones de una cierta envergadura, tecnología punta y mucha resistencia, que nada tendrán que ver con las embarcaciones actuales y sobre todo, con las de recreo y de vela, que no podrán hacerlo tan fácilmente como ahora.
CONCLUSIONES POSITIVAS
En cambio, la mayor ventaja para navegar por los mares y océanos, es que las embarcaciones dispondrán de fuentes de energías inagotables y baratas y de reducidas dimensiones, como las ya pronosticadas de RME (reutilización de la materia elemental), el mismo mecanismo de dosificación de energía del Sol y estrellas, mediante los multiplicadores de energía de interacción, ya en proceso de diseño por la misma Fundación.
FCO MORENO MECO (1)
Ingeniero y Científico
mteasl@hotmail.com
La Tierra y el Sistema Solar están continua e inexorablemente en evolución alterando de forma continua los parámetros ambientales, climáticos y biológicos.
No obstante, la velocidad de esa evolución es relativa y extremadamente pequeña, tanto, como para que muchos incrédulos o ignorantes, no puedan o no quieran tenerla en cuenta, a pesar de que la naturaleza y el mar nos lo están demostrando cada día que pasa con dramáticos sucesos.
Pero según los trabajos de física teórica y experimental de la Fundación Cónido, empleando la teoría Unificada Física de Cuerdas CFD, la que ya es mitad teoría y mitad conocimiento por su comprobación científico experimental, ya que puede justificar cualquier fenómeno de la naturaleza conocido y teniendo en cuenta que los mares son inmensos sistemas compuestos de agua salada y vida fundamentalmente.
Y que como todos sabemos, el agua es un elemento líquido y perfectamente maleable bajo la solicitud de cualesquiera tipos de fuerzas, aunque estas sean pequeñísimas.
Resulta que los mares y océanos están sujetos y condicionados a la evolución de los fenómenos que pueden generar esas distintas fuerzas y así entre los más importantes, tenemos la gravitación, la interacción, y la energía interna de los átomos de sus componentes y fundamentalmente, los incrementos de sus valores con relación al tiempo
El clima, donde el mar es un factor importante y determinante del mismo, es en realidad un proceso termodinámico porque depende de la variación de energía interna de los átomos que lo componen y como todos sabemos, la energía que puede desarrollar un proceso termodinámico, está en función directa del incremento de esa energía interna disipada y del número de átomos del proceso y como la energía interna depende de la temperatura, esa energía estará en función directa del incremento de temperaturas durante el tiempo del proceso, de tal forma que
Ec = k ∙ f(∆T)
Estos procesos pueden expresarse en forma de huracanes, tifones y tempestades de todo tipo como tormentas y vendavales, siendo su energía proporcional como vemos al gradiente de temperatura originado y por desgracia, en aumento inexorable.
Por otra parte, el peso del agua depende de la gravedad y por tanto su movimiento y olas, dependen de la resultante de los procesos gravitacionales de la Tierra, del Sol y de la Luna y según sea ésta y su valor, las olas serán más o menos pequeñas, grandes o tremendamente grandes, así como las mismas mareas.
Y dado que esta teoría ya define que cualquier tipo de evolución de un proceso natural se rige por modelización matemática, y como el clima y el mar dependen de la evolución del funcionamiento del Sol y del Sistema Solar, incluidos la Tierra y la Luna, conocidos los modelos matemáticos de evolución de estos, podremos conocer la evolución del comportamiento del mar y sus condiciones de navegabilidad, independientemente de otros factores de menor importancia para el cambio climático global, como la polución ambiental o el mal llamado efecto invernadero, sacado de los “equivocados y rancios cajones dogmáticos de la ciencia oficial de las religiones judío-cristianas”, para tener una nueva excusa y así poder echarle la culpa como siempre al “pobre hombre pecador”, de todo lo malo que ocurre en este paraíso que nos ha tocado vivir, haber si así, se da mejor cuenta que tiene que ser “bueno, dócil y ponerse en posición sumisa”, como tenían que hacerlo en contra de su voluntad, desde Galileo hasta esos pobres y engañados seminaristas de la secta “católica apostólica y romana” de los “legionarios de cristo”, para que su jefe y fundador, pudiera disfrutar sexualmente de ellos a placer.
Y así, si el Sol está aumentado constante y continuamente el número de átomos que emiten energía y radiación, está aumentando también de forma cíclica, pulsante e inexorable durante el día, la temperatura máxima de la superficie y atmosfera de los planetas y de sus componentes, como los mares, la tierra o la misma vegetación y a la vez, está aumentando la gravitación sobre esos planetas y sus componentes.
Pero a su vez también, la Tierra y la Luna están continuamente enfriándose y disminuyendo su energía y gravitación.
Esto hace que se originen huecos en el interior de la Tierra, que cuando pierden la presión, son inundados por el agua de los océanos y de los mares, bajando su nivel, a pesar de algunos deshielos de los polos, originados por ese calentamiento diurno de superficie y atmosfera, aunque antes pueden producirse terremotos y tsunamis en localizaciones concretas.
Esto hará también, que el peso del agua disminuya, alterando las resultantes de fuerzas de las mareas y disminuya también las temperaturas nocturnas.
Luego teniendo en cuenta la evolución de todos estos procesos y fenómenos, los mares iran cambiando de acuerdo a las siguientes reglas:
PRIMERO.- Al aumentar el incremento entre las temperaturas máxima y mínima de los componentes del clima, al menos entre el día y la noche, irá aumentando la energía de los procesos climáticos de forma inexorable a lo largo del tiempo, mientras dure el Sistema Solar.
Pero si la variación sucede casi repentinamente por el efecto de las nubes, por ejemplo, que impiden la entrada continua de la energía solar, la expresión de esa energía será repentina, originándose tormentas, huracanes y olas repentinamente y cada vez más importantes energéticamente y con mayor frecuencia.
SEGUNDO.- Al aumentar la gravitación del Sol y disminuir la de la Tierra y fundamentalmente durante el día y más en el centro, que en las orillas de los mares, las olas cuando se produzcan, iran inexorablemente aumentando su altura y la frecuencia de su formación, debido también, a la mayor fuerza de los vendavales originados por el cambio climático continuo.
En cambio durante las noches, las olas tenderán a mantenerse como siempre, debido a que la gravitación de la Luna también está bajando y ésta, se está alejando.
TERCERO.- No obstante y como los pasos de un estado diurno a otro nocturno, no son repentinos, siempre aparecerán procesos climáticos en proporción a las energías internas acumuladas de los átomos de los componentes climáticos y a los gradientes disipados en cada instante de esas energías.
CONCLUSIONES NEGATIVAS
Lenta pero inexorablemente, iran aumentando y más en verano que en invierno y más al mediodía que al inicio o al final del día:
--El calor de la superficie y atmosfera de la Tierra durante el día y de los demás planetas.
--El frío de la superficie y atmosfera de la Tierra durante la noche.
--Las tempestades climáticas como tormentas, huracanes o vendavales, su energía y su frecuencia.
--La altura y la longitud de las olas, así como su fácil y frecuente aparición.
--La gravitación del Sol sobre los planetas y la Tierra y la consiguiente disminución temporal de los años.
--El alejamiento de la Luna y la disminución de su influencia en los procesos climáticos de la Tierra.
Atravesar y navegar los océanos en un futuro próximo, por tanto, ya no será tan fácil y requerirá embarcaciones de una cierta envergadura, tecnología punta y mucha resistencia, que nada tendrán que ver con las embarcaciones actuales y sobre todo, con las de recreo y de vela, que no podrán hacerlo tan fácilmente como ahora.
CONCLUSIONES POSITIVAS
En cambio, la mayor ventaja para navegar por los mares y océanos, es que las embarcaciones dispondrán de fuentes de energías inagotables y baratas y de reducidas dimensiones, como las ya pronosticadas de RME (reutilización de la materia elemental), el mismo mecanismo de dosificación de energía del Sol y estrellas, mediante los multiplicadores de energía de interacción, ya en proceso de diseño por la misma Fundación.
FCO MORENO MECO (1)
Ingeniero y Científico
mteasl@hotmail.com