Es posible que la edad del hombre sea de unos 800.000 años. Es posible que en el mundo seamos ya más de 7.000 millones de seres humanos en el planeta.
Pero es posible y con certeza que el hombre todavía no sabe cual es el valor de la Presión Atmosférica. Pero esto tampoco es muy importante a lo que se ve, porque todavía se sigue quedando atónito ante los nuevos descubrimientos de la inteligencia, las emociones, los sentimientos y el comportamiento de los animales en general, y primates en particular, de los que creía hace tan solo unas pocas décadas que no existían.
Eso quiere decir que, la humanidad está todavía en un estado catatónico y primitivo en cuanto a conocimiento de la materia, de la naturaleza, de la física, de la vida y del universo.
Y eso se lo debemos a todas las religiones e iglesias que han existido y existen en el mundo, que son enemigas del conocimiento y que con su poder evitan a toda costa que evolucione.
¿Existe una conspiración en el mundo para esconder ese conocimiento y sobre todo par evitar que evolucione? Pues eso parece, y si no fíjense en esta explicación y experimento de siglos pasados:
“…..Desde dentro del tórax, por parte de los pulmones, el aire «normal» presiona con la fuerza de 1 at =1,033 kg(p)/cm2, mientras que la presión ejercida desde afuera es de 1 at + la columna de agua de altura equivalente a la profundidad de inmersión. Si se sumerge a una profundidad de 50 cm, el tórax sufre una presión excesiva desde afuera, equivalente a 50 cm de agua.
Esta circunstancia no puede menos que dificultar notablemente la respiración. Sin embargo, el problema no sólo consiste en esto; además se altera gravemente la circulación sanguínea. La sangre se desplaza de aquellas partes del cuerpo donde la presión es más alta (las piernas y el abdomen) a las zonas de presión menor, o sea, al tórax y a la cabeza. Como los vasos de estas zonas están repletos de sangre, se dificulta la circulación de la sangre procedente del corazón y la aorta, por lo cual estos últimos se dilatan desmedidamente, a consecuencia de lo cual la persona puede morir o enfermar gravemente.
El médico austríaco R. Stiegler ya comprobó este efecto en una serie de experimentos y los describió en uno de sus libros. Los realizó consigo mismo, sumergiéndose enteramente en el agua y respirando mediante un tubo.
R. Stiegler se dio cuenta de que cuando su pecho se encontraba a la profundidad de un metro, era imposible respirar. Sumergido a la profundidad de 60 cm, podía permanecer bajo agua durante 3,75 min, a la profundidad de 90 cm, 1 min, y a la de 1,5 m, no más de 6 s.
Pero cuando se arriesgó a zambullirse a 2 m, al cabo de unos segundos su corazón se dilató tanto que el experimentador tuvo que guardar cama durante tres meses para normalizar su circulación sanguínea……”.
No obstante, cualquiera puede comprobar este hecho sin ninguna dificultad.
Pero si esto es así, y aquí viene lo curioso y enigmático, y sobre todo que, deja a las claras la conspiración en contra del conocimiento, de la ciencia física oficialista del viejo continente (y ahora también en América), en manos de las religiones e iglesias judías y judeocristianas, porque han sido y son enemigas de la evolución del conocimiento, entre otras cosas para que no se descubran sus mentiras, su estafa y su fraude.
Miren ustedes:
Si la Presión Atmosférica es de 1,033 kg(p)/cm2 y cada diez metros de agua representan también una presión hidráulica de 1 kg(p)/cm2, resulta que, en la bañera a un metro sumergidos tendríamos una presión de 0,1 kg(p)/cm2, además de la atmosférica, y que curiosa y enigmáticamente, representa cerca del 10%, y el 5% si se estamos a medio metro.
Y ahora viene la pregunta del millón:
¿Cómo es posible que con un 5% e incluso un 10% de incremento de presión, ya no podamos respirar de repente y sin previo aviso?
Este hecho no tiene lógica a todas luces y demuestra que, las presiones hidráulica y atmosférica están mal calculadas, y sus valores oficiales son solo un fraude mantenido durante siglos.
La respuesta es la siguiente:
La Presión Atmosférica ya calculada por nosotros, es casi ridícula y miles de veces inferior a la calculada por el jesuita inquisidor católico Torricelli, que se mantiene hasta el día de hoy por la corrupción de la ciencia física oficial, lo que demuestra que esta en manos de esas iglesias judías y judeocrianas, enemigas de la evolución del conocimiento y amigas de la mentira, el fraude y la corrupción.
Siguiendo el siguiente principio ya experimentado por nosotros con pleno éxito:
“La densidad de un fluido cualquiera es directamente proporcional a su presión en cualquier punto del mismo”
En consecuencia, la presión en un medio acuático, independientemente de la profundidad, es de 970 veces mayor que en la atmósfera.
Es por esto que, no es el gradual 5% el que se experimenta en la bañera, sino un incremento brutal de repente, donde la presión sobre el pecho aumenta 970 veces más, una vez que nos sumergimos en el agua, aunque sea a medio metro, que nuestros pulmones necesitan menos energía mecánica para aspirar el aire, que a un metro.
Estos hechos silenciados y borrados de las enciclopedias por incómodos, demuestran a todas luces la corrupción existente en la Sociedad del mundo durante siglos, sobre todo en Europa y en América.
Como lo demuestra ese otro hecho del usuario de cualquier vuelo aéreo comercial, que despega o aterriza en un aeropuerto cualquiera, y se eleva o desciende en unos minutos 10.000 metros, que con los datos que tenemos, debería de sufrir más o menos, un decremento de presión de 0,2 kg/cm2 en el pecho (debido a la presurización del avión), con una resultante de +/-0,2 kg/cm2▪3.000 cm2 = +/-600 kg (imagínense medio palet de leche en el pecho), que no le dejarían respirar, por lo que se moriría con seguridad mientras aterriza, suponiendo que no se hubiese muerto en el despegue, que también sería posible con esos datos oficiales. Pero esto no ocurre.
Y claro, si no sabemos lo que ocurre en el atmosfera y los valores de sus verdaderas características
¿Como vamos a saber porqué y como varía el Clima y el Cambio Climático de la Tierra?
De ninguna manera, pero ya les aseguro que por el efecto invernadero no lo es, porque éste es imposible en la atmósfera y otro fraude más, de esa ciencia física oficialista, en manos de las iglesias judías y judeocristianas de creencias infantiles, absurdas, imposibles y fraudulentas, que como sanguijuelas y chusqueros viven corrupta, prevaricadora y delictivamente del dinero público de todos, empobreciendo a los países, cuando no idiotizándolos, como ocurre en los ultracatólicos idolatras supersticiosos y de pandereta, España e Italia, sin que nadie haga nada por evitarlo.
FCO MORENO MECO
CIENCIA FISICA DISIDENTE
