PORQUÉ LA ENERGÍA RME SERA LA ÚNICA VIABLE
(DE LAS QUE QUEDAN POR DESCUBRIR)
PARA EL FUTURO DE LA HUMANIDAD
Un móvil puede desplazarse por transmisión o por impulsión por reacción. En el primer caso, nos encontramos con las clásicas ruedas, piernas, patas y demás articulaciones y se utilizan en medios gravitacionales fundamentalmente y todos estos sistemas, consumen energía exterior biológica, eléctrica y mecánica, de origen térmico, medio ambiental y de reacciones químicas o nucleares.
En el segundo caso, nos encontramos con los chorros de expulsión en el medio, que generan una reacción igual y contraria, que impulsa al móvil. En este caso, el chorro puede ser de carácter sólido, líquido, gaseoso o de partículas elementales.
Todos conocemos los tres primeros casos, en los que se necesitan grandes acumuladores de esas materias o generadores de las mismas. Actualmente, las que mejor se conocen son las de gases de la combustión, utilizados en la aviación y aeronáutica.
Se utilizan en medios más o menos resistentes y con cierta gravedad. Todos estos sistemas consumen energía exterior mecánica, de origen térmico y de reacciones químicas, en más o menos proporción, según la resistencia del medio y de la gravedad.
Por esto en la aviación, en la aeronáutica y en la astronáutica, actualmente, se emplean combustibles líquidos o gases solidificados o licuados, con muy poca autonomía en general de cara a viajes tripulados espaciales y estelares.
En cambio, no se tiene constancia todavía de los sistemas de impulsión por chorro de partículas, pasando desde los neutrones hasta los fotones. En cualquier caso, la utilización de estos sistemas, necesitan la casi ausencia de gravedad y por tanto, de medios sin densidad en general
Y lo más curioso de estos últimos sistemas, es que no pueden necesitar energía exterior, pues un elemento radiactivo por ejemplo, sería una buena fuente de energía, e incluso la misma materia podría ser, en un escalón determinado de energía interna de sus átomos, una fuente también casi inagotables para este tipo de propulsión. Pero serían de muy lentísima reacción y velocidad y por tanto poco manejables.
De hecho, todos los elementos estelares del universo se están expandiendo aceleradamente, mediante la exogravitación (1) de la materia, como todos conocemos.
Pero quizás, la más interesante y necesaria propulsión de este tipo de cara al futuro de la humanidad, sea la misma emisión de radiación de luz y su entorno, utilizando herramientas ópticas de todo tipo, como lentes y focalizadores en general.
Y aquí la fuente de energía externa, cuando se necesite, será necesariamente de carácter eléctrico, pero cuyo origen no pueden ser los combustibles, que se agotarían rápidamente dejando inservible el sistema, bien sean estos de reacciones químicas o nucleares, ya sean éstas de fisión o de la hipotética de fusión nuclear no conseguida aún, incluso después de 65 años de pronóstico y experimentación por la ciencia física oficial judío-cristiana, entorpecedora de la evolución del conocimiento de la humanidad.
En estos casos, necesariamente el origen de esa energía para viajar por el espacio dentro y fuera del Sistema Solar, pues la humanidad está abocada a estos viajes necesariamente en un futuro medio y lejano, no puede ser otro que la RME (reutilización de la materia elemental o de partículas), mediante máquinas multiplicadores de energía de interacción (1), prácticamente inagotables y sencillas de construir en cualquier ambiente y sistema y desarrollados ya por la Fundación Cónido de Madrid.
FCO MORENO MECO Ingeniero, Científico e Investigador de la Materia y la Energía
mteasl@hotmail.com
(1) ver en Internet artículos sobre su funcionamiento y concepto
