¿EL MAYOR AVANCE CIENTÍFICO DEL SIGLO XXI?
Quizás el avance científico más importante de este siglo XXI, no será el descubrimiento de la nueva fuente de energía RME del futuro de la humanidad, ni de la antigravedad, ni de la antimateria, ni tan siquiera de la invisibilidad y menos, la de una base permanente en el planeta Marte, si fuesen posibles.
El avance científico más importante de este siglo XXI, será sin duda, saber que el universo y todo su contenido evolucionan bajo modelización matemática, en un proceso modularmente cíclico.
Esto quiere decir, que en nuestro ciclo universal, no son posibles la creación espontánea, los hechos de probabilidad cero, también conocidos como milagros, la casualidad, la incertidumbre o la eternidad de la materia y energía de interacción que vemos.
Nosotros y lo que vemos, es solo materia y energía consolidada o de interacción, que se originan por las características de las partículas fundamentales, las que se agregan entre si automáticamente, como se agregan las moléculas de los componentes del acero, dando siempre la misma resistencia y dureza, bajo las misma condiciones ambientales y de tiempo.
Pero una partícula así, tiene unas características físicas aparentemente eternas, porque no son solo de este ciclo universal, como la masa, cónido o esencia de la misma, el espacio o volumen, la densidad y la energía o vibración que origina una base de tiempo y tiene además, una lógica de funcionamiento bajo modelización matemática o característica metafísica, que la dota de una capacidad de interacción y evolución automática, según ese modelo, dando como resultado final, la materia y la energía que vivimos y que no deja de ser una cosa maravillosa y perfecta.
Luego como vemos, la materia tiene propiedades físicas y metafísicas de lógica de funcionamiento, que se van haciendo más complejas con la evolución y cuya máxima expresión aparente, es la vida y nosotros mismos, que nos permiten vivir con pensamiento y memoria o con consciencia y conciencia y en libertad, haciéndonos creer, engañosamente, que todo lo que nos rodea depende de nuestra voluntad y no de un modelo matemático evolutivo inexorable.
Lo curioso, según la física actual de la nueva teoria Unificada Física de Cuerdas CFD de la Fundación Cónido, es que la variación de un solo parámetro de las características de la esencia de esas partículas, que son cuerdas cerradas, como la densidad o la base de tiempo, puede cambiar completamente la fisonomía del universo y todo su contenido, pues se deduce matemáticamente, que d . t = 1 sin cambiar el numero de partículas existentes, ni su masa, ni su energía fundamentales.
Teóricamente, podría darse un universo entera e inmensamente vacío aparentemente o uno más pequeño, que un simple átomo, pero inmensamente denso, donde en cualquier caso no podríamos existir, ya que solo lo hacemos en un estrecho campo del valor de esos parámetros.
Pero está claro, que la variación de ese valor, también se originan por modelización matemática en un proceso cíclico, que tiene un inicio y un final y que de tanto en tanto de casi infinitos espacios de tiempo, “alguien” (incluido en ese modelo) pone en marcha, sin que tengamos de momento certeza exacta de quién y para que lo hace.
Quizás esto nos debería hacer pensar, si no existen otras características en la materia que ahora desconocemos, provenientes de su masa, cónido o esencia, como esas de las que se deducen hechos anormales, aun siendo estos de probabilidad matemática mayor que cero y por tanto nunca imposibles.
Es necesario preguntarse, porque el hombre termina enseguida que surgen problemas serios en la vida, acordándose o implorando a Dios, cuando como vemos por el conocimiento de la física moderna, ese Dios, que no tiene porque ser tal, sino simplemente un “Actor”, porque solo acciona “algo” que pone en marcha el universo partiendo siempre de las mismas partículas o cuerdas eternas, es inmensamente lejano y sin poder, tanto, que apenas existe prácticamente para nosotros en ese aspecto.
Quizás solo sea debido al producto de sus características metafísicas evolucionadas de la materia, que le hacen intuir, que él, es otro mero producto más de algo perfecto, que pudiera ayudarle, aunque en la realidad sea imposible.
En cualquier caso, se demuestra, que todas las religiones y sus creencias, no son más que inventos sin consistencia del hombre, originados en momentos de la humanidad, donde su ignorancia de la materia y del universo eran demasiado grandes y donde su temor a los abatares de la naturaleza y de ellos mismos, también.
No obstante, esta teoría deja la puerta abierta para una ampliación del conocimiento, basada en el funcionamiento extra metafísico de la materia, mediante una inmensa red formada por la esencia de esas cuerdas que son las partículas fundamentales de la materia, que no se puede crear, destruir o transformar, y que están en permanente conexión e interacción, como si de una red moderna de Internet se tratara, por donde pudiera pasar todo tipo de información instantánea, en un modo o codificación de momento inaccesibles para nosotros y que pudiera originar algunos hechos no previstos.
Esto podría explicar la existencia de hechos, que aún no siendo de probabilidad matemática cero y por tanto posibles, no pueden explicarse en una evolución bajo modelación enteramente matemática de la materia, como por ejemplo, el origen de esos supervivientes de catástrofes aéreas o de todo tipo, prácticamente imposibles a los ojos y cálculos humanos.
Y además, ayudaría a la humanidad, siendo tan aparentemente frágil e impredecible, por su grado de inteligencia y libertad, a evolucionar bajo modelización matemática, como lo hacen las estrellas o el mismo universo, sin miedo a extinguirse “antes de tiempo” por ser imposible, como ya predice la nueva teoria física CFD.
FCO MORENO MECO (1)
Ingeniero, Científico e Investigador de la Materia y la Energía
mteasl@hotmail.com
Quizás el avance científico más importante de este siglo XXI, no será el descubrimiento de la nueva fuente de energía RME del futuro de la humanidad, ni de la antigravedad, ni de la antimateria, ni tan siquiera de la invisibilidad y menos, la de una base permanente en el planeta Marte, si fuesen posibles.
El avance científico más importante de este siglo XXI, será sin duda, saber que el universo y todo su contenido evolucionan bajo modelización matemática, en un proceso modularmente cíclico.
Esto quiere decir, que en nuestro ciclo universal, no son posibles la creación espontánea, los hechos de probabilidad cero, también conocidos como milagros, la casualidad, la incertidumbre o la eternidad de la materia y energía de interacción que vemos.
Nosotros y lo que vemos, es solo materia y energía consolidada o de interacción, que se originan por las características de las partículas fundamentales, las que se agregan entre si automáticamente, como se agregan las moléculas de los componentes del acero, dando siempre la misma resistencia y dureza, bajo las misma condiciones ambientales y de tiempo.
Pero una partícula así, tiene unas características físicas aparentemente eternas, porque no son solo de este ciclo universal, como la masa, cónido o esencia de la misma, el espacio o volumen, la densidad y la energía o vibración que origina una base de tiempo y tiene además, una lógica de funcionamiento bajo modelización matemática o característica metafísica, que la dota de una capacidad de interacción y evolución automática, según ese modelo, dando como resultado final, la materia y la energía que vivimos y que no deja de ser una cosa maravillosa y perfecta.
Luego como vemos, la materia tiene propiedades físicas y metafísicas de lógica de funcionamiento, que se van haciendo más complejas con la evolución y cuya máxima expresión aparente, es la vida y nosotros mismos, que nos permiten vivir con pensamiento y memoria o con consciencia y conciencia y en libertad, haciéndonos creer, engañosamente, que todo lo que nos rodea depende de nuestra voluntad y no de un modelo matemático evolutivo inexorable.
Lo curioso, según la física actual de la nueva teoria Unificada Física de Cuerdas CFD de la Fundación Cónido, es que la variación de un solo parámetro de las características de la esencia de esas partículas, que son cuerdas cerradas, como la densidad o la base de tiempo, puede cambiar completamente la fisonomía del universo y todo su contenido, pues se deduce matemáticamente, que d . t = 1 sin cambiar el numero de partículas existentes, ni su masa, ni su energía fundamentales.
Teóricamente, podría darse un universo entera e inmensamente vacío aparentemente o uno más pequeño, que un simple átomo, pero inmensamente denso, donde en cualquier caso no podríamos existir, ya que solo lo hacemos en un estrecho campo del valor de esos parámetros.
Pero está claro, que la variación de ese valor, también se originan por modelización matemática en un proceso cíclico, que tiene un inicio y un final y que de tanto en tanto de casi infinitos espacios de tiempo, “alguien” (incluido en ese modelo) pone en marcha, sin que tengamos de momento certeza exacta de quién y para que lo hace.
Quizás esto nos debería hacer pensar, si no existen otras características en la materia que ahora desconocemos, provenientes de su masa, cónido o esencia, como esas de las que se deducen hechos anormales, aun siendo estos de probabilidad matemática mayor que cero y por tanto nunca imposibles.
Es necesario preguntarse, porque el hombre termina enseguida que surgen problemas serios en la vida, acordándose o implorando a Dios, cuando como vemos por el conocimiento de la física moderna, ese Dios, que no tiene porque ser tal, sino simplemente un “Actor”, porque solo acciona “algo” que pone en marcha el universo partiendo siempre de las mismas partículas o cuerdas eternas, es inmensamente lejano y sin poder, tanto, que apenas existe prácticamente para nosotros en ese aspecto.
Quizás solo sea debido al producto de sus características metafísicas evolucionadas de la materia, que le hacen intuir, que él, es otro mero producto más de algo perfecto, que pudiera ayudarle, aunque en la realidad sea imposible.
En cualquier caso, se demuestra, que todas las religiones y sus creencias, no son más que inventos sin consistencia del hombre, originados en momentos de la humanidad, donde su ignorancia de la materia y del universo eran demasiado grandes y donde su temor a los abatares de la naturaleza y de ellos mismos, también.
No obstante, esta teoría deja la puerta abierta para una ampliación del conocimiento, basada en el funcionamiento extra metafísico de la materia, mediante una inmensa red formada por la esencia de esas cuerdas que son las partículas fundamentales de la materia, que no se puede crear, destruir o transformar, y que están en permanente conexión e interacción, como si de una red moderna de Internet se tratara, por donde pudiera pasar todo tipo de información instantánea, en un modo o codificación de momento inaccesibles para nosotros y que pudiera originar algunos hechos no previstos.
Esto podría explicar la existencia de hechos, que aún no siendo de probabilidad matemática cero y por tanto posibles, no pueden explicarse en una evolución bajo modelación enteramente matemática de la materia, como por ejemplo, el origen de esos supervivientes de catástrofes aéreas o de todo tipo, prácticamente imposibles a los ojos y cálculos humanos.
Y además, ayudaría a la humanidad, siendo tan aparentemente frágil e impredecible, por su grado de inteligencia y libertad, a evolucionar bajo modelización matemática, como lo hacen las estrellas o el mismo universo, sin miedo a extinguirse “antes de tiempo” por ser imposible, como ya predice la nueva teoria física CFD.
FCO MORENO MECO (1)
Ingeniero, Científico e Investigador de la Materia y la Energía
mteasl@hotmail.com